Threat Intelligence: El núcleo analítico de la ciberdefensa moderna

Retrato de Felipe Cruz con fondo de ciudad y montañas
Felipe Cruz V.
November 5, 2025
Analistas de ciberseguridad de Netprovider trabajando en una oficina moderna en Santiago de Chile, frente a dashboards con datos de inteligencia de amenazas y la cordillera visible al fondo.

El componente de Threat Intelligence (CTI) en Netprovider se integra como uno de los pilares operativos del CyberSOC, con foco en la identificación temprana de amenazas, la correlación avanzada de indicadores (IoCs) y la alimentación constante de inteligencia contextual a los equipos de respuesta y contención.

Su función principal es transformar datos operativos en conocimiento accionable para fortalecer la toma de decisiones y reducir la superficie de exposición de los activos críticos.

Arquitectura y marco de referencia

El servicio de CTI de Netprovider se desarrolla bajo tres marcos internacionales complementarios:

  • MITRE ATT&CK®: estructura para el mapeo de tácticas, técnicas y procedimientos (TTPs) observados en actores reales de amenaza.
  • NIST SP 800-61 (Computer Security Incident Handling Guide): Referencia para la gestión del ciclo completo de incidentes de seguridad.
  • Ley 21.663 – Ley Marco de Ciberseguridad en Chile: Establece la necesidad de capacidades preventivas y de intercambio de información entre entidades OIV y proveedores críticos.

La arquitectura CTI se compone de cuatro capas operativas:

  1. Recolección de datos: Feeds comerciales y open source, dark web monitoring, honeypots, OSINT y reportes de partners.
  2. Normalización y análisis: Enriquecimiento y validación de IoCs, detección de falsos positivos, y clasificación según criticidad.
  3. Correlación e integración: Automatización mediante SIEM y conectores con plataformas SOAR, alineados con MITRE ATT&CK.
  4. Difusión y aplicación: Entrega de inteligencia procesable a analistas SOC L2-L3, equipos Red Team y gestión de vulnerabilidades.

Flujo operativo de Threat Intelligence

El flujo técnico de CTI se ejecuta de manera continua y sincronizada con el CyberSOC.

A partir de la documentación operativa de Netprovider (Propuesta Monitoreo CTI-DRP-Dark-Deep Web), el proceso incluye las siguientes fases:

  1. Identificación de fuentes relevantes: Priorización de fuentes según criticidad del cliente (feeds privados, CERTs, ISACs, foros de amenazas y fuentes regionales).
  2. Ingesta y correlación automatizada: Procesamiento en tiempo real con motores de correlación SIEM y reglas de detección basadas en MITRE ATT&CK.
  3. Análisis de IoCs y TTPs: Validación manual por analistas CTI para reducir falsos positivos y asignar nivel de riesgo.
  4. Contextualización de inteligencia: Categorización por tipo de amenaza (malware, ransomware, explotación de vulnerabilidades, campañas APT).
  5. Difusión y respuesta: Los hallazgos se distribuyen en dashboards de CyberSOC y se integran con las funciones de Incident Response (IR) y Vulnerability Management (VM).

Cada evento validado genera un informe técnico y ejecutivo, detallando origen, método, probabilidad de impacto y medidas de mitigación recomendadas.

Monitoreo de Deep y Dark Web

Netprovider mantiene capacidades activas de monitoreo en entornos Deep y Dark Web, orientadas a la detección temprana de:

  • Credenciales corporativas comprometidas.
  • Venta o filtración de información interna.
  • Infraestructura vinculada a campañas de phishing o ransomware.
  • Actividades de grupos APT latinoamericanos.

Esta vigilancia se apoya en motores de scraping y análisis semántico que correlacionan los hallazgos con los indicadores del cliente, reduciendo significativamente los tiempos de detección y respuesta.

Aplicaciones del Threat Intelligence en el CyberSOC

El componente CTI se interconecta con las demás áreas del CyberSOC, aportando inteligencia directa a:

  • Incident Response: Correlación automatizada de eventos con bases MITRE ATT&CK para acelerar la contención.
  • Vulnerability Management: Priorización de remediaciones basada en riesgo real y evidencia de explotación activa.
  • Red Team: Planificación de ejercicios sobre escenarios de amenazas actuales observadas en LATAM.
  • Threat Hunting: Búsqueda proactiva basada en patrones detectados en fuentes CTI internas y externas.

Esta integración permite una visión unificada del riesgo y asegura que las decisiones operativas estén respaldadas por inteligencia validada.

Beneficios técnicos

  • Detección anticipada: Reducción del tiempo medio de identificación (MTTI) mediante feeds correlacionados.
  • Validación contextual: Clasificación de amenazas según relevancia geográfica y sectorial.
  • Eficiencia operativa: Automatización del ciclo CTI-SOC-IR bajo un modelo híbrido SIEM-SOAR.
  • Cumplimiento normativo: Alineamiento con la Ley Marco de Ciberseguridad, NIST e ISO 27001.

Conclusión

El Threat Intelligence de Netprovider no se limita a recopilar información: establece una infraestructura analítica continua, capaz de detectar amenazas, contextualizarlas y convertirlas en acciones concretas.

Su integración con MITRE ATT&CK, NIST SP 800-61 y el ecosistema de CyberSOC permite a las organizaciones elevar su madurez en ciberseguridad y cumplir con los nuevos estándares regulatorios del país.

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Felipe Cruz V.
Business Development Manager

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